sábado, 28 de mayo de 2011

Conocimiento ¿sensible o inteligible? ¿Saber hacer o poder explicar?


Considero que el saber hacer y el saber explicar implican distintos procesos mentales. No podría jerarquizar uno sobre otro ya que ambos poseen igual importancia y suelen ser complementarios. Pero según la aplicación que le demos a nuestro saber esto se diferenciaran, es decir, si somos bailarines será necesario que sepamos hacer, en vez de detallar cómo se debería hacer. Mientras que si somos maestros, será esencial que sepamos explicar, asi poder instruir al discípulo. Sin embargo, creo que el conocimiento se logra integrando el saber hacer con el poder explicar; estos van tomados de la mano.  



miércoles, 25 de mayo de 2011

Crónicas urbanas

Al microcentro comienzo a transitarlo desde las primeras horas en la mañana, en el que el cielo está oscuro y la luz sólo proviene de los faroles. A estas horas, en la calle se puede apreciar un número muy reducido de personas y movimiento, encuentro vendedores de diario, conserjes limpiando la vereda, y oficinistas que madrugan para llegar a tiempo a su empleo.

Con el correr de las horas, es un abismo de diferencias. El tumulto de personas, autos, colectivos, y ruidos tan característicos de esta zona comienzan a aparecer…
Ya en el mediodía la gente se multiplica y se vuelve a multiplicar, los hay de todas las edades, trabajos, formas de vestir, colegios, peinados, país de origen, etc.
Con tal cantidad de personas la ciudad se vuelve un lugar sucio con mucha contaminación sonora y ambiental, los pocos días en el que el Microcentro está en paz es domingos y feriados…

Aunque todo esto no me gusta, hay muchas cosas que me gustan de vivir en él. Lo más importante es la comodidad en el viajar, ya que todo me queda cerca, además de tener todos los transportes al alcance de la mano.
Además de su hermosura edilicia, la cantidad de museos y plazas que se pueden visitar, hasta la gran variedad de actividades culturales.

El uso de las palabras

Llegué a los 9 años, en el 85. No sabía lo que significaba irse de mi país.
Llegué a la estación con la impresión de estar en una gran ciudad. Me acuerdo del reloj de Retiro, la gente blanca, pensaba que algo bueno debía haber. Recuerdo el olor a milanesa, que me parecía rico.
Llegué a un conventillo. Lo primero que ví fue a un niño con el pañal cagado, las cloacas abiertas, olor a podrido. Nuestro cuarto era de tres por dos. Mi mamá tuvo que dormir en el patio en pleno invierno. De casualidad escuché decir a un tío mío que ya vivía acá: “trajeron al negrito”. Ahí me di cuenta que había llegado a un lugar que no era el mío.

Entré al colegio en Villa Crespo. No había gente morena en el barrio. Una compañera me dijo: “¿vos sos bolita?”. Mi mamá me había preparado para cosas así. Le dije: “no, soy boliviano”. Hasta cuarto grado me peleaba todo el tiempo. Una vez me dieron para que tenga, entre diez pibes. Después traté de cambiar mi acento, mi forma de ser. Quería jugar. El gran problema de la colectividad boliviana es ese: venimos detrás del progreso, pero no se piensa en lo que viven los niños. Sólo importa “mejorar la raza”, o aporteñarse: “no hablés así, hablá bien”. Sé menos lo que eres.
En la secundaria empecé a encontrar mi identidad, en parte vía el rap protestante. Había un cd de MC Hammer. Mi madre me lo había regalado. Ahí decía que el 70 por ciento de los presos de las cárceles en EEUU eran negros. Entonces dije: “yo soy de los negros”.
Empecé a trabajar cuando había repetido. Le mentí a mi mamá que iba al colegio y me descubrieron. En ese momento acá las personas morenas tenían una función: limpieza o detrás del mostrador. Un lugar invisibilizado. Estuve días buscando. Me compré ropa Angelo Paolo, una campera Motor oil, me peiné con gel: un payaso de repente. Cierto viernes de 1993 veo un cartel que buscaba personal de limpieza. El dueño me dice: “si querés trabajar empezás ya, sino ni vengás negro”. Volví a casa re contento y le conté a mi mamá que había conseguido trabajo de “bachero”. No sabía qué era. Tenía que lavar las cosas. Ahora me muero de la risa: iba con zapatitos lustrados, pantalón de marca, y todo para lavar los platos. Después pasé a mozo de mostrador. Era mi primero de mayo. Tenía más responsabilidades: llegar antes y preparar las mesas. A los bolivianos nos toman porque somos más humildes. O mejores esclavos. Al tiempo me entero que cobraba lo mismo que los de limpieza. Me puse en una actitud rebelde.
El dueño me decía: “ustedes los negros quieren ser blancos. En cambio yo: ¿para qué quiero ser negro?”. Yo le respondía que no quería ser blanco y que él sí quería ser negro, porque tomaba sol. “Vos sos rebelde, negro”, me decía. “Yo defiendo lo mío”, le contestaba. Al tiempo me volvieron a limpieza. Me iba apenas cumplía el horario. Un día, cuando ya estaba terminando, me encaró el dueño y me dijo: “Gabriel, vaya a limpiar arriba”. Era una fiesta de cuarenta invitados. Y yo le respondí: “uh, loco”. El tipo se me vino encima: “¿cómo dijo usted, se cree muy hombrecito?”. Tenía unos cuarenta y cinco años y yo diecisiete. “Si no le gusta renuncie”, me dijo. Y yo le contesté: “si usted es tan hombre, écheme”. Yo conocía mis derechos.
Pero no fue él quien me echó, sino mis compañeros: el peor traidor es tu compañero, que puede trabajar más por menos. En mi caso fue un cocinero al que admiraba. Un día me dijo: “negro hijo de puta, andá a limpiar”. Ahí renuncié, por dolor.
Otra experiencia importante fue en la empresa de un señor judío. Yo ya tocaba sikus, estaba con el tema de mi identidad. Era flaco, sin músculos y entré para cargar cajas, de peón. Estuve a prueba junto con un pibe del Chaco que era un mono gigante. El señor que debía decidir quién de los dos quedaría se llamaba Horacio, buen tipo. Quedé yo. Horacio me dijo, de manera cariñosa: “negro, ¿sabés por qué quedaste? El otro chango se quiso robar una máquina. Pero vos querías limpiar. Ustedes los bolivianos son muy comedidos”. Y yo, de típico boliviano, agaché la cabeza. Es lo que les gusta a los patrones. Después me pusieron en blanco y las cosas cambiaron. Ya éramos todos blancos.
Un viernes de balance Horacio faltó y Mario, el dueño, me dijo: “¿sabés lo que voy a hacer? Le voy a mandar un médico y lo voy a echar por hacerse el vivo”. Al rato llegó la noticia de que Horacio había muerto: un cáncer de estómago. Tenía 60 años y venía todos los días de Laferrere a Villa Crespo. Ese día me dije: “esta gente no vale nada”. Y cambié mi actitud. Llegó la fiesta de fin de año, día de mi venganza. Los vendedores me decían: “negro, decile a tu papá (por mi jefe) que te dé un vino”. Mario me dijo “pida sin problemas”. Cuando le pedí el cuarto vaso, ya no le gustó nada. Los vendedores me aplaudían. Mario, para cobrarme, me dijo “Gabriel, ¿por qué no toca su sikus?”. El siempre me decía: “usted toca el sikus, qué lindo, el altiplano, la pachamama”. A mi no me gustaba que me hablen así de mi cultura. Por eso le respondí: “¿por qué no toca usted el arpa judía?”. Cuando me di cuenta lo que le había dicho no sabía qué hacer. Mario me dijo: “a ver, ¿qué es el arpa judía?”. Le respondí: “lo que los mapuches le dicen chompe, un instrumento que se ponen en la boca. Defienda usted su cultura, yo defiendo la mía”.
Pasó el tiempo y me querían poner de encargado de depósito y a la vez de peón, por un aumento del diez por ciento. Me negué. Hasta que un día el dueño me dijo: “¿usted se piensa qué va a vivir tocando el charanguito en el subte? Usted no quiere progresar”. Ahí me di cuenta cómo se utilizan las palabras y qué significado se le dan en cada momento. Un poco después me echaron, los empleados me saludaban por lo bajo por haber frenado al dueño. Lo bueno sería animarnos a luchar como trabajadores, pero juntos. Ahora trabajo en estampado textil, diez horas por día, en negro. Estampamos para muchas marcas de polo, de Palermo, también para distintas provincias. Los patrones son argentinos. Los de la colectividad están muy mal pagos. Y si son sin vivienda no sirven. Creo que estos me contrataron porque les cumplo.

ACTIVIDAD

1-  ¿Sobre qué problemáticas trata cada texto? ¿Cuáles son los problemas que están vinculados al tema del Trabajo?

 Mi texto está escrito por Gabriel, un chico de Bolivia que cuenta sus experiencias de trabajo desde que llegó a la Argentina a los 9 años. Puedo contar numerosas problemáticas en la nota: la discriminación hacia los negros o los provenientes de países limítrofes, la pobreza, el maltrato, las malas condiciones de trabajo, las irregularidades en las legislaciones laborales, los sueldos mal pagos etc.

2- ¿Qué significa trabajar para el que escribe el artículo o para los que aparecen en el artículo?

Para Gabriel fue una gran alegría encontrar trabajo, ya que estaba relacionado con un mayor ingreso en la familia para mejorar la condición de vida. Por lo tanto, para el es una necesidad el trabajar: por lo que pasó por numerosos trabajos y experiencias laborales.
El es un trabajador responsable, aplicado y honesto.

3-  ¿Qué te pareció la nota que leíste?
Me pareció muy buena nota, esta es una crónica en primera persona de un joven, por todas estas características te llegan de una forma más profunda que cualquier otra nota. Es una publicación bastante fuerte y desagradable en el aspecto de que existan empleadores cómo los caracterizados, pero me pareció muy buena, porque te da una noción de las experiencias y la vida de otras personas.

Relato del empleo

AFILADOR DE CUCHILLOS

Yo soy un simple trabajador de 55 años, que comienza su día a las 8 de la mañana junto a mi esposa, para prepararme del día que vendrá. Vivo en un conventillo de la Boca con mi esposa, y a veces soy bendecido con la visita de mis nietos.
Antes yo me dedicaba al rubro de la construcción, pero luego de largos años de trabajar sin cesar, mi cuerpo se deterioró, por lo tanto mis jefes decidieron despedirme. Ante esto, estuve un año desempleado, hasta que recurrí a la vieja bicicleta de mi sótano perteneciente a mi padre. Él tenía cómo oficio, ser afilador de cuchillos, por lo tanto decidí seguirlo.
Mi recorrido es el mismo, que realizaba cuando acompañaba a mi padre años atrás. Comienzo por las calles aledañas a mi casa, hasta el Barrio de Monserrat, visitando numerosas casas, peluquerías y restoranes de barrio. El precio varía según el tamaño del cuchillo, y con respecto de mi sueldo, ¿Qué te puedo decir? No es nada estable, hay días en los que sólo afilo 12 cuchillos, en lo que saco aproximadamente $ 100, pero otros en los que son muy provechosos.
Mi trabajo es agradable, puedo disfrutar del aire libre y tengo una gran posibilidad de elecciones, ya que no soy empleado de nadie. Aunque tiene varias cosas malas, uno de estos es que es un trabajo en negro, por lo que no tengo jubilación, ni seguro

domingo, 22 de mayo de 2011

TIC EXPERIENCE



1. Qué viste de nuevo? Que te llamó la atención?
2. Cuál fue el proyecto que más te interesó? Por qué?
3. Qué aprendiste para hacer tu proyecto?
4-Otros comentarios de la salida.


1- Era todo nuevo para nosotros, ya que se trataba de una exposición de proyectos tecnológicos relacionados con el arte digital, los videojuegos, y realidades virtuales para todas las edades. Este se llevó a cabo en la escuela técnica ORT en Belgrano, los días 11 y 12 de Mayo del corriente año.
Me llamó mucho la atención el nivel de conocimientos en computación que tenían los alumnos, que en conjunto con la creatividad, pudieron llevar a cabo los grandiosos proyectos. Era muy bueno pensar que esos proyectos complejos habian  sido realizados por alumnos de nuestra edad.

2-Uno de los proyectos que más me gusto fue el Airhand, que estaba compuesto por un guante que permitía controlar la computadora sin tocarla.Era cómo pasar de escribir a mano, a escribir en teclas, luego teclas tactiles en la pantalla y ahora con esto, no hacía falta ni tocar la computadora ni otro dispositivo, ya que al movimiento del guante, se movía la pantalla. Me pareció un proyecto innovador, al igual que ECOHOUSE, una casa inteligente alimentada a base de energía alternativas y ecológicas

3- Aprendimos a que primero se debe pensar e imaginar el proyecto que deseamos realizar, ya sea cuál será su enfoque, a quienes estará destinado, y cómo será su forma de actuar. Después de tener en claro nuestro proyecto, debemos buscar programas, ayuda y materiales que nos faciliten la producción del proyecto.

4- Me pareció genial la charla de Santiago Bilinkis, fue muy entretenida, muy interesante y bastante alocada cómo dijo el. El es un ingeniero que estudió en una Universidad de California, referido a la Nasa. Nos enteramos de cosas, de números, de computadoras, de innovaciones referido a la biología (genomas), a las computadoras, que nos dejaron bastante sorprendidos. Realizó una comparación entre la evolución a través de muchos años con respecto al humano, al avión, a los autos hasta llegar a la computadora...
Además vimos videos muy interesantes de diferentes proyectos muy complejos y atractivos.

sábado, 21 de mayo de 2011

Alegoría de la caverna de Platón

Con respecto a la actividad sobre la alegoría de la caverna de Platón, yo sentí que salí de la caverna, cuando a los 15 años me separé de mi familia para vivir en Buenos Aires, asi poder bailar en el Teatro Colón.
Fue un cambio muy repentino, ya que pasé de vivir en mi casa junto a mis hermanos y padres en un barrio tranquilo siendo el colegio mi única responsabilidad, a bailar todos días en la furiosa Buenos Aires, acompañada sólo con mi hermana mayor.

Cuando me mudé a Buenos Aires fue cómo salir de la caverna, ya que vi otra realidad a la que no estaba acostumbrada, debí amoldarme y aprender muchas cosas para poder suplantar por lo menos un poquito a lo que estaba habituada a vivir. Aprendí a cocinar, a limpiar todas las superficies y salas de una casa, a pagar las cuentas, a hacer economía en el supermercado, a movilizarme sola hacia todos lados, a administrar el dinero, a solucionar problemas por mi sola, a acostumbrarme a no tener a mi famila, a miles de cosas tuve que realizar. Por lo tanto pasé de tener una vida simple y común, con los problemas típicos de un adolescente, a madurar de golpe y a ver la realidad y el esfuerzo con otra mirada.

Buenos Aires es otra cosa, es otro ritmo, otra forma de vida, otra realidad, otras costumbres, personas diferentes, otras formas de relacionarse, suele estar preocupada únicamente por lo suyo caminando a mil por hora en las calles, además de estar muy contaminada por el consumismo. Pero tiene cosas tan lindas que la hacen una ciudad única en el país, podría enumerar y enumerar, pero algunas serían: su mente abierta, la importancia a la cultura, la diversificación de actividades para todos los gustos, hasta la historia que lleva consigo en cualquier monumento o calle.

Otro cambio importante fue el colegio. En Mendoza estaba acostumbrada a un colegio privado con situaciones y realidades muy diferentes a las que ahora me encuentro, por lo tanto al transpasarme al Sarmiento podría decir que terminé de salí del foco, del tupper o de la caverna, con respecto a lo que yo creía que era la vida...

Me gusta y no tanto...


Me gusta el aroma del pan recién tostado,
Y los desayunos domingueros en familia.
Me encantan las montañas de Mendoza,
y todas las cosas que dejé por allá.

Me gusta lo increíble que puede ser,
Ya se Benedetti, García Marquez o Neruda leer.
Me agrada en demasía el helado,
pero no tanto los días congelados.

No me gustan las montañas de autos en Buenos Aires,
Al igual que sus sonidos y contaminación en el aire.
Deberé ser extraña. pero no me agradan
los bombones, el café ni lia chocolatada.

No me gustan las películas de terror,
si tienen muchas escenas de horror,
Odio los números y las matemáticas,
Al igual que los retos y las pláticas.

BICICLETA CULTURAL

sábado, 14 de mayo de 2011

Presentación

El mar  
Memorial de Isla Negra, Pablo Neruda
NECESITO del mar porque me enseña:
no sé si aprendo música o conciencia:
no sé si es ola sola o ser profundo
o sólo ronca voz o deslumbrante
suposición de peces y navios.
[...]
Lo que antes me enseñó lo guardo! Es aire,
incesante viento, agua y arena.
Parece poco para el hombre joven
que aquí llegó a vivir con sus incendios,
[...]
cambió bruscamente mi existencia:
di mi adhesión al puro movimiento.



BAILAR…

Necesito del bailar porque me llena,
No sé si aprendo a expresarme o a entregarme
No sé si es hobby o vocación,
O sólo un deporte o un arte
Suposición de cisnes y espectros.

Lo que antes dudaba, ahora lo rectifico. Es movimiento
Explosión de sentimiento, pasión y entretenimiento.
Parece poco para la persona común,
Pero a mí me impulsa a vivir.

Cambió repentinamente mi existencia
Cuando di mi vida al arte del movimiento.