Reflexión

En el último trimestre al saber que teníamos que elegir nuestro propio proyecto, esto abarcaba la temática y 
las tareas que ibamos a realizar a lo largo de tres meses nos encantó, porque pensabamos que la libertad 
en elección nos simplificaría mucho las cosas y sería muy diferente a lo que usualmente estamos 
acostumbrado en el colegio.  Pero las posibilidades eran tan diversas y extensas, que comenzamos a sentir 
mucha incertidumbre e indecisión a la hora de elegir.


Cuando ya teníamos nuestro proyecto elegido me sentí muy a gusto porque me resultaba realmente 
interesante toda esa temática y un tema no muy tratado en ámbitos escolares. No fue fácil organizarnos y
dividir tareas ya que el fin de año es dificil para todos, pero avanzamos mucho en el último tiempo.

Me gustó el hecho de buscar información en la web y interiorizarnos para que después quede todo eso en 
nuestra mente, para sacar conclusiones y  crear nuevos pensamientos, puntos de vista e ideas para nuevas 
gráficas. Otra cosa que me gustó fue tener ayudantes a disposición para pedirles ayuda y consejos, además 
de suplir esa desconfianza por hacer lo correcto con nuestra libertad.
El hecho de esta libertad yo creo que nos servirá mucho, ya que el día de mañana cuando salgamos de la 
secundaria va a ser más similar a esto, que a otra cosa.




 Nuestro proyecto estuvo signado por un largo proceso de producción y por muchas idas y vueltas, 
avanzabamos un poco, pero  luego debíamos  retroceder para mejorar algo para así avanzar con un paso 
más firme. Yo creo que esa es una enseñanza, ya que muchas veces en la vida no nos va a salir bien en un 
primer intento, por lo tanto hay que volver a intentar siempre.